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La limpieza facial profesional tiene como objetivo limpiar la piel en profundidad para eliminar células muertas, granos e impurezas, y dar energía y vitalidad a la cara, tonificando los músculos de la cara gracias a los masajes. El tratamiento de limpieza facial profesional debe ser realizado siempre por un esteticista profesional o un médico estético y suele incluir un análisis de la piel seguido del protocolo de limpieza profesional. Es muy importante no tratar de hacerlo en casa ya que una mala aplicación puede causar irritaciones e incluso lesiones en la cara.
Por qué se ensucia la piel?
Las glándulas sebáceas producen sebo, una sustancia grasa que, a través de los orificios de los folículos pilosos, se deposita en la superficie de la piel. A este sebo se le pueden añadir bacterias y células muertas que van tapando lentamente estos orificios, lo que puede dar lugar a granos, espinillas, etc. Para evitar esto, es necesario limpiar la piel diariamente. Por lo tanto, una limpieza facial profesional de forma regular es muy recomendable.
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Limpieza facial profesional
Antes de realizar una limpieza facial, el profesional evaluará el tipo de piel para ajustar el tratamiento necesario. Cada tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta, tiene características específicas y, por lo tanto, necesidades diferentes.
Ventajas de la limpieza facial profesional
Los principales beneficios y ventajas de una buena limpieza facial son:
Eliminar puntos negros y espinillas.
Elimina las impurezas y las células muertas, lo que ayuda a renovar la piel y, en consecuencia, retrasa el envejecimiento y la aparición de arrugas.
La piel recupera un aspecto liso, suave y más luminoso.
Después de la limpieza, se estimula la absorción de productos cosméticos, lo que los hace más eficaces.
Hidrata la piel en profundidad y permite la oxigenación al tiempo que elimina las toxinas.
Mejora el aspecto general del rostro y ayuda a reducir la aparición de la fatiga.
En casos de acné, ayuda a reducir el número de poros obstruidos.
Proporciona relajación a la piel y mejora la circulación, lo que se traduce en un aumento de la suavidad y la elasticidad.
Protocolo de limpieza facial profesional
La limpieza facial profesional suele durar aproximadamente entre 50 minutos y una hora y media, y consta de tres fases: la limpieza propiamente dicha, un masaje tonificante y un proceso de nutrición.
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Limpieza facial. Consiste en la limpieza de la superficie de la piel del rostro con la ayuda de productos específicos, siempre seleccionados según el tipo de piel (seca, mixta o grasa). La apertura de los poros se potencia con un tratamiento de vapor para drenar las impurezas.
Masaje Durante esta fase los poros se cierran y la piel se descongestiona después del drenaje.
Se realiza aplicando productos específicos en gel o crema a través de un masaje relajante y vigorizante.
Nutrición. La última fase consiste en nutrir la piel con los productos, mascarillas o tratamientos que se decidan realizar a continuación (peeling, láser, ácido glicólico, entre otros).
Frecuencia recomendada
Dado que muchos factores influyen en el cuidado de la piel, no se puede establecer una frecuencia fija para la limpieza profesional. El mínimo es una vez al año y el máximo depende de cada tipo de piel. Todo dependerá del estilo de vida, la dieta, el cuidado diario, el lugar de residencia y los hábitos diarios. En general, la piel normal puede ser limpiada profesionalmente cada tres o cuatro meses. La piel madura o muy seca necesita más ayuda, por lo que suelen necesitar una limpieza cada seis semanas más o menos. Las pieles más problemáticas pueden necesitar una limpieza aún más frecuente.
Hay muchos tipos diferentes de limpieza facial, más simples y más específicos dependiendo del problema que se trate. Los principales tipos son:
Básica – es la más simple y consiste en una rutina básica de limpieza profunda.
Puntos negros – es ideal para la piel grasa, ya que no es muy agresiva y ayuda a oxigenar la piel. Además, durante la fase de limpieza, se utiliza para extraer los puntos negros.
Vapor – La limpieza facial con vapor es una de las más comunes y consiste en aplicar vapor para abrir los poros y así facilitar la eliminación de los puntos negros.
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Exfoliación – la exfoliación química, además de una limpieza profunda, ayuda a eliminar las capas muertas más superficiales de la piel. Existen diferentes técnicas y prácticamente todas ayudan a unificar el tono de la piel y a eliminar manchas y marcas.
Limpieza con vino para pieles apagadas – Es una limpieza antioxidante que devuelve el brillo a la piel y la deja protegida contra los agentes externos. El alto contenido de resveratrol de las uvas es una excelente fuente de antioxidantes. Es ideal para la piel opaca y coexiste en las grandes ciudades y la contaminación.
Limpieza desintoxicante – Es una limpieza perfecta para todas las pieles pero ideal para aquellas que son sensibles, que necesitan ser tratadas con más delicadeza y productos específicos para evitar irritaciones y enrojecimientos.
Una vez identificado el tipo de piel, el profesional comenzará con la limpieza facial propiamente dicha. La limpieza de la piel incluye
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